Raúl, que había derrotado al rey demonio y era el héroe más fuerte, debería haberse convertido en el salvador del mundo. Pero, tras haber sido asesinados sus preciados compañeros y familiares, los aristócratas hambrientos de poder, lo ejecutaron por cargos falsos presentados en su contra por la misma princesa. Justo antes de que su vida se extinguiera, su corazón se lleno de oscuridad. … ¡¡¡ Voy a desgarrar a esos traidores, extremidad por extremidad; Los quemaré en la hoguera; Los cortaré en pedazos; Mataré a cada uno de esos bastardos sin piedad y haré que pasen por un sufrimiento infernal !!! … Al obtener el poder de las tinieblas, Raúl fue revivido. Con desprecio, juró venganza. “Oh, estoy deseando que llegue, a partir de ahora voy a disfrutar el derramar su sangre como me plazca”… Varios días después de la resurreccion del héroe, en la capital imperial donde las flores brotan abundantemente, comenzó el desfile que daría lugar a la tragedia.
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